domingo, 8 de marzo de 2020

Empatía (4)

Lucky you

Veo dos personas con visiones opuestas de la vida. que se encuentran y afrontan juntos sus miedos. Y cada uno aporta algo bueno al otro y se dan cuenta de que juntos todo es posible.
Pienso que hay dos personas una aparentemente feliz, positiva y otra triste, bastante negativa que nos hace darnos cuenta de que no todos estamos felices siempre, que a veces tenemos que permitirnos estar mal, triste y que podemos apoyarnos en otras personas en nuestros peores momentos.
Siento que desde hace meses soy el chico de este vídeo, busco a alguien, similar a la chica, en quién poder apoyarme, que me contagie su positividad o simplemente que me escuche y yo pueda sentir que le importo a esa persona, sin sentirme una molestia.
Me pregunto cómo evolucionará su relación, ya que les hace bien estar juntos. Si el chico empezó a ver la vida con más positividad, si la chica le siguió abriendo los ojos y ayudándole, haciéndole ver que no está solo.

The fall

Veo a una niña feliz jugando con su perro, hasta que se empieza a encontrar mal y se desmaya. Veo como ella no entiende lo que le pasa, ve a todos los de su alrededor tristes y se ve a sí misma enferma. Parece que se intenta rendir, pero la gente que le quiere le hace ver que no puede rendirse y no lo hace, sigue luchando, se despierta y está sana. 
Pienso lo difícil  que tiene que ser verse en esa situación, tanto en la piel de los padres o familia, como en la del enfermo. 
Siento que esa situación es muy dura y yo no sé si podría seguir luchando cuando veo que el tratamiento no tiene resultado y cada vez me duele más. Sé que lo intentaría, pero no sé por cuanto tiempo. 
De hecho mi abuelo está en una situación similar, ha tenido algún que otro bajón, pero prácticamente ha luchado todos los días durante muchos años y lo admiro por ello.
Me pregunto porqué se desmayó, parecía tan sana y feliz al principio del corto. Si le pasará algo similar cuando sea más mayor, si enfermará otra vez, si sobrevivirá a eso también o si no podrá hacerlo.

Empatía (3)

El tema central del texto es la descripción del fenómeno del acto empático.
La base de la empatía está en ponerte en el lugar del otro y sentir igual que la otra persona, pero esto no es realmente posible puesto que tú tienes que recurrir a un recuerdo o una idea para ponerte en su lugar y obviamente al no ser la misma situación ni la misma persona no puedes del todo sentir exactamente lo mismo. Cada ser humano siente de una manera diferente.
La singularidad del acto empático consiste en entender lo que la otra persona está viviendo sin haber vivido la misma situación, partiendo de los propios sentimientos en experiencias similares. Partiendo de lo que despierta en mí, el sentimiento de la otra persona, hacer una aproximación a lo que puede estar atravesando, aunque teniendo en cuenta que cada ser humano percibe la realidad de manera diferente, el acto empático no deja de ser una abstracción fruto de nuestra mente porque nunca podremos sentir exactamente lo mismo que otra persona aunque vivamos la misma experiencia.
Yo a este texto le añadiría, que, aunque la empatía sea muy difícil de darse como concepto, sí que podemos desarrollarla y aplicarla en el día a día, porque aunque no todos podamos sentir de la misma manera, sí que hay una base de sentimientos comunes (alegría, tristeza, ira, miedo, etc) que compartimos como raza humana, que nos acercan y nos hacen ser mejores personas cuando los utilizamos para comprendernos y respetarnos.

Empatía (2)

Los Samaritanos ocuparon el país antiguamente perteneciente a la tribu de Efraín y la media tribu de Manasés. Estos extranjeros se mezclaron con la población israelita que estaba todavía en y alrededor de Samaria.
Un sacerdote judío fue enviado para instruirlos en la religión judía. Ellos fueron instruidos de los libros de Moisés, pero todavía conservaron muchas de sus costumbres idólatras.
Los Samaritanos adoptaron una religión que era una mezcla de judaísmo e idolatría, eran considerados como "mestizos", y fueron despreciados universalmente por los judíos.
El sacerdote y el levita son respetados por la gente, precisamente, porque entregan su vida a Dios y se creen que con eso ya es suficiente para heredar la vida eterna, sin ser conscientes de que Dios no se encuentra en las oraciones ni en los rituales sino en el prójimo y el amor a éste, es decir, en los seres humanos.
Y el samaritano, al ser una persona normal y corriente, se vio reflejado en el hombre herido, se puso en su lugar, ya que su comunidad también fue despreciada. Pensó que le podría pasar a él o a algún ser querido y decidió ayudarlo como si lo fuera.
Descubro que profesar una religión, ser una persona de fe no es solamente rezar y atender a los que tú quieres, sino mostrar interés, atención, cuidados, ayuda,... a cualquier persona que lo necesite sin ningún tipo de distinción, como sí de ti mismo se tratara.