domingo, 8 de marzo de 2020

Empatía (2)

Los Samaritanos ocuparon el país antiguamente perteneciente a la tribu de Efraín y la media tribu de Manasés. Estos extranjeros se mezclaron con la población israelita que estaba todavía en y alrededor de Samaria.
Un sacerdote judío fue enviado para instruirlos en la religión judía. Ellos fueron instruidos de los libros de Moisés, pero todavía conservaron muchas de sus costumbres idólatras.
Los Samaritanos adoptaron una religión que era una mezcla de judaísmo e idolatría, eran considerados como "mestizos", y fueron despreciados universalmente por los judíos.
El sacerdote y el levita son respetados por la gente, precisamente, porque entregan su vida a Dios y se creen que con eso ya es suficiente para heredar la vida eterna, sin ser conscientes de que Dios no se encuentra en las oraciones ni en los rituales sino en el prójimo y el amor a éste, es decir, en los seres humanos.
Y el samaritano, al ser una persona normal y corriente, se vio reflejado en el hombre herido, se puso en su lugar, ya que su comunidad también fue despreciada. Pensó que le podría pasar a él o a algún ser querido y decidió ayudarlo como si lo fuera.
Descubro que profesar una religión, ser una persona de fe no es solamente rezar y atender a los que tú quieres, sino mostrar interés, atención, cuidados, ayuda,... a cualquier persona que lo necesite sin ningún tipo de distinción, como sí de ti mismo se tratara.

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